La enseñanza superior ha experimentado un cambio drástico en un periodo de tiempo relativamente corto, poco más de 12 meses, como consecuencia de la transición a la enseñanza virtual y al trabajo a distancia debido a la pandemia del COVID-19.
Surgieron muchos interrogantes. ¿Disponemos de la tecnología necesaria para afrontar este cambio radical en la enseñanza y el aprendizaje? ¿Es la tecnología una solución viable a largo plazo? ¿Podemos garantizar el mismo nivel de enseñanza tanto para el profesorado como para los estudiantes?
La mayoría de los centros de enseñanza superior se vieron en la necesidad inmediata de afrontar los retos y tuvieron que planificar, diseñar e implementar rápidamente nuevos sistemas adecuados para el aprendizaje. Por otra parte, los estudiantes tuvieron que enfrentarse a la perspectiva de utilizar sus propios dispositivos (lo que se conoce como BYOD) a diario y, aunque la tendencia BYOD sigue aumentando, muchos se plantearon la posibilidad de adquirir mejores dispositivos para facilitar la transición al aprendizaje a distancia.
Los docentes necesitaban nuevos y potentes sistemas audiovisuales que fueran más avanzados que el sistema “tradicional” implantado hace tan solo unos años y que ofrecieran flexibilidad, fiabilidad y una interfaz intuitiva, además de una calidad de audio superior.
Según un estudio publicado en la revista Science Communication por la Universidad del Sur de California y la Universidad Nacional de Australia, la calidad del audio no solo influye en lo que la gente oye, sino que tiene un impacto directo en el nivel de compromiso y en la productividad, y también aumenta la credibilidad del presentador. Los sistemas de amplificación de voz, hasta ahora reservados a las salas de juntas corporativas, permiten amplificar de forma natural y eficaz la voz de los estudiantes sentados a distancia unos de otros en una gran sala, además de ofrecer un audio inteligible y nítido para la interacción con los estudiantes, lo que revoluciona la forma en que se imparten ahora las clases y crea una experiencia de aprendizaje mucho más equilibrada y cómoda, tanto para el estudiante como para el profesor.
Según nuestros clientes y por los comentarios que hemos recibido en Shure, en la enseñanza superior hay más interés en una solución a largo plazo que en un “apaño” a corto plazo, y muchos centros están invirtiendo en sistemas capaces de satisfacer las nuevas necesidades de las aulas modernas.
Estas necesidades son de dos tipos: seguir ofreciendo un nivel de aprendizaje aceptable para los estudiantes tanto presenciales como remotos y, por otra parte, atraer a estudiantes potenciales al centro de educación superior en el futuro.
Uno de los imperativos es disponer de soluciones escalables capaces de mantener y superar los niveles de enseñanza. En la actualidad, los futuros estudiantes no solo juzgan a los centros de educación superior por los cursos que ofrecen, sino por la forma en que se imparten esos cursos utilizando la tecnología instalada.
“La tendencia actual es aplicar un modelo híbrido en el que se pueda llevar a cabo un aprendizaje colaborativo y activo, con sistemas flexibles y fáciles de usar que puedan hacer frente a los retos diarios de forma rápida y eficiente”, explica Chris Morley, director de desarrollo de mercados de Shure.
“El ecosistema de audio de Shure incluye la cadena completa del audio, desde micrófonos hasta DSP y altavoces, por lo que es perfecto para cualquier necesidad dentro del sector de la enseñanza superior. Proporciona a los docentes y a los estudiantes las herramientas necesarias para fomentar un entorno de aprendizaje productivo y la mejor experiencia de audio posible para acompañar a los estudiante en su proceso de aprendizaje”.
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