El auge de las videoconferencias

 

Las videoconferencias han alcanzado la mayoría de edad. La pandemia del COVID-19, cuando millones de personas trabajaban desde casa, fue la prueba de fuego para las videoconferencias, cuyo potencial para facilitar los negocios y el aprendizaje está en pleno auge. De hecho, la implementación de las tecnologías de videoconferencia ha ayudado a muchas empresas a sobrevivir estos momentos de incertidumbre.

 

Jim Schanz, vicepresidente de ventas globales de sistemas integrados de Shure, no tiene ninguna duda al respecto: “Si hay algo que los acontecimientos recientes han demostrado, es que las videoconferencias son realmente importantes para la supervivencia de las empresas y para mantener la comunicación, tal vez más de lo que muchas empresas pensaban en un principio”.

 

La reciente encuesta realizada por la asociación AVIXA™ (Audiovisual and Integrated Experience Association) confirma que cada vez más empresas aprecian el valor de la colaboración por medios audiovisuales. En su Estudio del impacto, publicado el 22 de mayo de 2020, AVIXA señaló que el 40 % de los proveedores AV han observado un aumento en el número de consultas recibidas.

Del ámbito social al profesional

Al principio, como hubo que adaptarse rápidamente al teletrabajo desde casa, las videoconferencias se realizaban principalmente con soluciones improvisadas basadas en productos habitualmente utilizados en el ámbito social (pensemos en Zoom, por ejemplo). Pero todos tuvimos problemas con la calidad del audio. Las voces en coro (personas que hablan a la vez) y la falta de uniformidad en el nivel de habla entre los participantes de voz suave y los de voz potente son solo dos de los problemas habituales con los que hemos tenido que lidiar.

 

Ahora bien, según se vayan levantando las restricciones del confinamiento, veremos un nuevo giro estratégico en el que se dará prioridad a invertir en soluciones audiovisuales más profesionales. Está claro que los sistemas de videoconferencia van a jugar un papel destacado en el futuro, sin importar cómo y cuándo volverá la gente al trabajo, ni en qué lugar del mundo se encuentra. En el futuro, se necesitarán soluciones más fiables y de mayor calidad, que reduzcan la disparidad entre los sistemas para el hogar y para la oficina, y que garanticen que se escuchará claramente al locutor.

 

Audio de alta calidad, sin excepción, en la sala de conferencias

Tras haber tenido la oportunidad de ver cómo trabaja la gente de forma remota y qué herramientas necesita, la misión de los administradores de sistemas de TI y de videoconferencia audiovisual es desarrollar una estrategia que permita unas comunicaciones fluidas y que resista el paso del tiempo. Esto supone invertir en nuevas tecnologías, como los sistemas de amplificación de voz, que permiten a los participantes remotos escuchar con una mayor claridad lo que dicen sus interlocutores en el lugar de trabajo.

Tomar este tipo de decisiones tecnológicas es muy importante, especialmente ahora que las videoconferencias se han convertido en un componente básico del lugar de trabajo moderno. Incluso antes de que el confinamiento por coronavirus forzara la adopción masiva del trabajo en remoto, una encuesta realizada en nombre de Shure reveló que el 81 % de los asistentes a una reunión virtual consideran que la calidad del audio es fundamental para que la reunión sea un éxito. Con esto está todo dicho.

 

Componentes perfectamente integrados

Un aspecto de los sistemas de videoconferencia que se suele pasar por alto es que debe ser intuitivo y fácil de usar para los participantes y sencillo de administrar para los técnicos y administradores de AV/TI. Por lo tanto, es fundamental que los componentes de audio, vídeo, control de sala y plataforma de red que conforman el sistema se integren perfectamente. Lo ideal es que los componentes estén certificados para funcionar juntos, así se evita el método de prueba y error para encontrar los ajustes que mejores resultados dan. Esto no solo incluye las señales de audio y vídeo, sino también los comandos de control como el muteado, el ajuste del volumen, etc. Cuando el sistema audiovisual funciona de la manera esperada, aumenta la productividad y la satisfacción de los usuarios y se reduce el tiempo que los técnicos y administradores dedican a solucionar problemas, ya sea in situ, en remoto o ambos.

 

Las videoconferencias no son algo nuevo. En cambio, lo que es una novedad es la constatación de que implementar la solución AV adecuada puede llegar a salvar un negocio. Mirando hacia el futuro, la tecnología de videoconferencia seguirá perfeccionándose, y conseguir un audio impecable será una parte esencial de este proceso.

 

Para más información, explora el ecosistema de audio de Shure para conferencias.

 

Back to top